Trucos infalibles para la limpieza de electrodomésticos de tu cocina

La mayoría de las personas no prestan la atención que deberían a la limpieza de los electrodomésticos… Pero no hay por qué dejarlos de lado. Al igual que se limpia el suelo y se quita el polvo de los muebles, es importante que de vez en cuando hagas lo mismo, y de forma adecuada, con aparatos como el frigorífico, la estufa, el microondas, etc.

El caso es que no se trata solo de asegurarse de que la comida en contacto con estos aparatos no tome mal olor o sabor, sino también de mantener un entorno saludable en la cocina. Si no limpias bien estos equipos, puedes exponerte a bacterias y toxinas peligrosas.

La buena noticia es que la limpieza de los electrodomésticos realmente es algo sencillo y fácil de hacer: solo necesitas esponjas, ingredientes que puedes conseguir en casa, un poco de música, y —¡voilá!— volverán a estar como nuevos en un abrir y cerrar de ojos. 

• Cómo limpiar un microondas

Lo primero que hay que hacer es limpiar el interior del microondas con un paño o esponja húmeda para remover la grasa y la suciedad, y no te olvides del plato de cristal. 

Luego, para eliminar los malos olores impregnados en tu microondas, sigue los siguientes pasos:

• Prepara una solución con ¼ de taza de agua, ¼ de vinagre blanco y el zumo de 1 limón en un bol de vidrio. 
• Procede a calentar la mezcla en el microondas durante unos tres minutos a máxima potencia. 
• Déjala reposar durante una hora hasta que el vapor se disuelva en el interior y absorba todo el olor impregnado. 
• Después, vuelve a limpiar el interior con una toalla de papel seca.
• Cómo limpiar tu nevera

Limpiar el interior de la nevera es muy sencillo: basta con limpiar con un trapo húmedo la puerta y todas las superficies que tengan salpicaduras o derrames. También puedes utilizar bicarbonato de sodio o vinagre blanco si hay manchas difíciles de quitar (como las de salsa de tomate o mostaza). 

Por ejemplo, para usar el bicarbonato de sodio como limpiador, espolvoréalo en la zona manchada y déjalo reposar durante unos 30 minutos antes de limpiarlo con agua tibia. Si es necesario, repite este proceso hasta eliminar todos los residuos de la superficie. 

El bicarbonato de sodio no daña las superficies de plástico ni los acabados de acero inoxidable de las neveras, así que no dudes en utilizarlo tantas veces como sea necesario hasta que las manchas desaparezcan.

Para los cajones solo basta con sacarlos y sacudir los restos de suciedad de las verduras. Para limpiarlos puedes pasar un paño húmedo o lavarlos con agua y jabón en el lavaplatos. En el caso del exterior, solo utiliza un paño seco para remover el polvo. 

• No te olvides del horno

Los hornos son un poco complicados de limpiar, especialmente si tienes un modelo autolimpiable. Sin embargo, hay que hacerlo de vez en cuando. No hace falta que te pongas muy fino al limpiar un horno, ya que puedes utilizar fácilmente productos domésticos comunes como el vinagre, el bicarbonato y el zumo de limón.

Si necesitas fregar algo en tu horno, mezcla 3 cucharadas de bicarbonato de sodio con un chorrito de agua en un recipiente hasta que se forme una pasta que puedas usar en la encimera o dentro del horno. Por ejemplo, si hay comida quemada pegada en el fondo del horno, añade la mezcla y restriega con una esponja suave hasta que se desprenda.

Si lo deseas, también puedes utilizar un limpiador químico especial diseñado específicamente para hornos. 

Asegúrate de que cuando limpies el horno no dejes ningún residuo, ya que esto podría provocar un riesgo de incendio más adelante, cuando alguien coloque algo caliente dentro del horno o de la campana extractora. 

• Cómo es la limpieza de las estufas

La estufa de una cocina es, probablemente, el electrodoméstico que más suciedad y grasa acumula debido a su uso diario. Lo más recomendable es pasar todos los días un trapo de microfibra con agua tibia y detergente para evitar que el acero inoxidable se manche. 

Si las estufas están muy manchadas, utiliza un estropajo suave y un desengrasante para remover la suciedad. 

Si lo que quieres es sacarle brillo a tu acero inoxidable, espolvorea bicarbonato de sodio por toda la superficie seca, rocía vinagre blanco hasta que se forme una pasta y deja actuar por 10 min. Retira el producto, seca bien con un paño ¡y listo! 

1. Estufa de vitrocerámica 

La vitrocerámica es un material con el que se fabrican las cocinas modernas, pero suele ser mucho más delicada que otros componentes. En este tipo de estufas, es común que la comida o líquidos que se derraman queden incrustados en el panel. Para ello, solo debes utilizar un paño de microfibra con agua y detergente y limpiarla cuando esté totalmente fría. Recuerda que los estropajos o esponjas pueden dañar la vitrocerámica. 

1. Cómo limpiar un extractor 

El extractor aspira el humo y  todo lo que apesta cuando cocinas, y con ello, parte de la grasa de la comida. Es por eso que es necesario limpiarlo con un paño de microfibra cada vez que lo uses. 

Luego, cada 1 o 2 meses aproximadamente, límpialo en profundidad con un buen desengrasante y una esponja para eliminar la grasa que pueda haberse acumulado en las aspas. Recuerda desmontar los filtros y frotarlos suavemente con un estropajo no tan agresivo.

• Los electrodomésticos pequeños también se limpian

Los electrodomésticos de menor tamaño como la cafetera, la licuadora, el tostador, etc., son fáciles de limpiar con ayuda de un trapo húmedo. También puedes humedecer tu trapo con vinagre para limpiar la superficie. Eso sí, evita que caiga agua dentro, ya que esto podría dañar su funcionamiento. Recuerda siempre seguir las indicaciones del fabricante.