Motricidad fina y gruesa: aprende a mejorarlas a cualquier edad

La motricidad fina y gruesa, se refiere a la capacidad de ejecutar movimientos que permitan llevar a cabo las actividades diarias de manera independiente. Desde simples juegos para los más pequeños hasta movilizarte de un lugar a otro, vestirte o realizar tu trabajo en la oficina (Verywell Family, 2022).

Es importante entender que el desarrollo de la motricidad fina y gruesa no sigue una misma pauta en todos; algunos niños pueden presentar un desarrollo deficiente que incluso perdura hasta la edad adulta. Es por esta razón que te presentamos consejos para fomentar el desarrollo de estas habilidades en todas las edades, lo que contribuirá a alcanzar tu máximo potencial.

Diferencias entre la motricidad fina y gruesa

Cuando hablamos de la motricidad gruesa, nos referimos a los movimientos que involucran grupos musculares grandes del cuerpo, como los presentes en el abdomen, espalda, brazos y piernas. Estos se encargan de habilidades como estar de pie, sentarse, caminar y correr. Hasta acciones que requieren mayor coordinación y equilibrio, como andar en bicicleta, patinar o nadar (Lewis, 2020).

El estímulo y desarrollo adecuado de la motricidad gruesa no solo contribuye al equilibrio y coordinación, sino que también ayuda a fortalecer las conexiones neuronales del cerebro, lo que a su vez favorece el desarrollo cognitivo (Lewis, 2020).

Por otro lado, las habilidades motoras finas involucran músculos más pequeños en manos, muñecas y dedos. Estas habilidades proporcionan destreza y precisión para sostener objetos, escribir, cortar con tijeras, manipular piezas de Lego, abotonar prendas e incluso realizar actividades como dibujar o tocar el piano (Lewis, 2020).

Estimulación temprana en niños

La estimulación de la motricidad fina y gruesa puede llevarse a cabo de manera simultánea, y el mejoramiento de una de ellas puede influir positivamente en la otra. En los niños, es esencial ajustar la estimulación temprana de acuerdo a sus etapas de desarrollo, ya que su progreso en términos de movimientos es considerablemente rápido (Lewis, 2020).

Bebés (Lewis, 2020):

• Practica diversas posiciones para la cabeza. Alterna los lados y las direcciones arriba y abajo. 
• Tiempo boca abajo (Tummy Time): Propicia esta posición para fortalecer su cuello. Utiliza juguetes para mantenerlo entretenido durante este tiempo.
• Utiliza sonajeros. Colócalos en su mano y tira suavemente como si intentaras quitárselos.
• Apoyo para sentarse. Ayuda al bebé a sentarse, lo cual fortalece los músculos de la espalda y fomenta el equilibrio. Se espera que pueda sentarse solo al momento de iniciar la alimentación complementaria.
• Notas adhesivas en la pared. Coloca notas que el bebé pueda arrancar, lo que contribuye a su desarrollo.
• Espacio para jugar. Dispersa sus juguetes en un área segura para estimular sus movimientos.

Niños pequeños (Lewis, 2020):

• Salir a caminar. Disfruta del aire libre, permite que explore el parque, sienta el césped y se mueva libremente.
• Juego en la arena. Asegúrate de que el entorno sea seguro y mantente cerca mientras experimenta con diferentes texturas y posibilidades que la arena ofrece, estimulando motricidad fina y gruesa al mismo tiempo.
• Crear carreras de obstáculos. Emplea objetos seguros para estimular acciones como agacharse, esquivar, gatear, alcanzar, levantarse y mover objetos de un lado a otro.

Preescolar (Lewis, 2020):

• Juego de rayuela.
• Saltar en trampolín.
• Natación.
• Tocar instrumentos musicales.
• Carreras de obstáculos que impliquen saltar, arrastrarse o escalar. Con todas estas actividades tu pequeño pronto tendrá la autonomía e independencia que necesita para estar fuera de casa al iniciar la educación inicial.
  

   Estimulación de la motricidad fina y gruesa en adultos

  Existe la creencia de que en la adultez no es necesario entrenar la motricidad fina y gruesa, pero siempre es posible mejorar. Las actividades para adultos mayores pueden incluir (HELPYCARE, 2021):

  Motricidad Fina (HELPYCARE, 2021):

   

  • Crear joyería. Una tarea entretenida que también puede convertirse en un regalo para familiares, agregando satisfacción al proceso.
  • Origami. Aprender nuevas técnicas en cualquier etapa de la vida. Crear figuras de papel es una actividad gratificante en cualquier momento.
  • Cocinar. Aunque parezca simple, cocinar involucra el movimiento de músculos esenciales. Preparar pan o galletas caseras en familia puede ser recreativo y beneficioso.
  • Rompecabezas. Esta actividad también desarrolla la comprensión; elige niveles de complejidad adecuados a tus habilidades.
  • Tejer o coser. Si posees conocimientos, aborda proyectos nuevos para mejorar tus habilidades.

  
  Motricidad Gruesa (Teleasistencia, S.f; Infoc, 2023):

   

  • Bailar. Un ejercicio divertido que ofrece múltiples beneficios. Puede adaptarse a cualquier edad y nivel de habilidad.
  • Gimnasia suave adecuada a tu condición física. Ejercicios como subir y bajar escaleras, flexiones contra la pared, sentarse y levantarse de la silla, rotación de articulaciones y equilibrio pueden ser beneficiosos.
  • Yoga. Un ejercicio completo que conecta cuerpo, mente y respiración.
  • Juegos con mascotas. Ideal para disfrutar al aire libre. Utiliza una pelota o cualquier objeto para animar a tu amigo a correr. 

  
  En conclusión, la optimización de la motricidad fina y gruesa es esencial a lo largo de todas las etapas de la vida. Ahora es el momento ideal para trabajar en la mejora de tus habilidades. Además, recuerda que cada individuo tiene un potencial sin explorar, depende de ti el alcanzarlo.